El consumo de agua, luz y calefacción aumenta durante los días festivos. Parece lógico pensar que cuanto más tiempo estemos en casa mayores recursos hemos de consumir, pero un uso responsable nos puede ayudar a no incrementar la factura de energía.

Si un día de fiesta optas por quedarte en casa, ventila antes de encender la calefacción, no dejes luces y aparatos encendidos innecesariamente y revisa cuáles son las horas más económicas para hacer uso de la lavadora y el lavavajillas.

Si tienes invitados a cenar, no es necesaria mucha iluminación. Utilizar velas te ayudarán a crear un ambiente más acogedor y agradable y te permitirá apagar algunas luces.

Durante el día, sube todas las ventanas y aprovecha toda la luz natural que puedas. Al llegar la noche, baja bien todas las persianas y comprueba que las ventanas están bien cerradas. Un buen aislamiento es la base para un mayor ahorro.

Por la noche apaga la calefacción. El calor acumulado durante el día será suficiente para mantener una temperatura agradable mientras duermes. Además, un exceso de calor dificulta el descanso.

Si vas a salir, apaga la calefacción y todas las luces.

Y sobre todo, sobre todo, disfruta de tu día libre.