La biomasa se basa en el aprovechamiento de residuos que tras su transformación permiten su utilización como combustible sólido, no contaminante y renovable.

Dependiendo de la procedencia de los residuos estaremos hablando de distintos tipos de biomasa. A este respecto encontramos diferentes enumeraciones, una de ellas podría ser la siguiente:

· Biomasa natural. Se aprovechan los residuos naturales resultantes de podas y limpias forestales. Son astillas y virutas que se transforman en pellets tras todo un proceso de secado, prensado…

· Biomasa seca. Se utilizan subproductos sólidos que no tienen un origen forestal, agrícola o industrial. Es el caso de las cáscaras de almendra o los huesos de aceitunas.

· Biomasa residual húmeda. Procedente de vertidos biodegradables, como aguas residuales urbanas.

· Cultivos energéticos. Son cultivos cuya finalidad es producir biomasa transformable en combustible. Tal es el caso del cardo o el girasol.

· Biocarburantes. Estos residuos tienen su origen en el reciclado de aceites y en la transformación del trigo, maíz, colza, girasol…